Marraquetas caseras (pan batido)

Después de vivir un par de años en Chile, me di cuenta del papel tan importante que juegan las marraquetas en la vida cotidiana: el desayuno, el almuerzo, la once, los asados y hasta las Fiestas Patrias incluyen a estos panes como acompañamiento de los alimentos.

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Tomé prestada esta foto de un sándwich de Bar Liguria para mostrar una marraqueta en todo su esplendor, desbordando palta/aguacate. 

La marraqueta, también conocida como “pan batido” o “pan francés”, es un bollo muy parecido al bolillo mexicano, sin grasas ni ingredientes de origen animal, el cual combina perfectamente con dulce y salado. Cabe mencionar que, cuando el aroma de marraquetas recién horneadas invade supermercados y panaderías, es imposible luchar contra cualquier deseo de alejarse. Aquí hay un interesante texto —en inglés— sobre marraquetas, y por qué son “el pan de cada día” en Chile.

Encontré súper fácil la preparación; lo más tardado fue dejar reposar la masa en tres ocasiones.

A medio año de haber dejado atrás tierras chilenas, moría de antojo por una marraqueta recién horneada, ya fuera repleta de palta, con un poco de huevo revuelto, o untada con cajeta o dulce de leche —a falta de manjar—. Y todo fue tan fácil como buscar la receta, elegir la que me parecía más lógica y ponerme a hornear.

Estas cantidades rinden para cuatro marraquetas. Duraron frescas y suaves por tres días —tal vez duran más tiempo, pero nos las comimos todas—. Si en su casa comen como vikingos, recomiendo duplicar los ingredientes.

Ingredientes

500 gr de harina de trigo

300 ml de agua al tiempo

1/2 cucharada de sal

10 gr de levadura seca

1/2 cucharadita de azúcar

Preparación

1. Entibiar la mitad de agua, disolver en ella el azúcar y agregar la levadura hasta humedecerla toda; se deja reposar por 10 minutos hasta que forme espuma.

Ojo 1: Las instrucciones de la levadura dicen que uses todo el sobre de una, porque almacenarla así la hace perder sus propiedades.

Ojo 2: Si la levadura remojada no forma espuma y crece luego de dejarla reposar, no va a funcionar.

2. En un bowl, revolver harina  y sal, y agregar la mezcla de levadura.

3. Hay que incorporar todo y amasar por cerca de 10 minutos, hasta formar una pasta homogénea. Habrá que agregar agua al tiempo o harina, dependiendo de la textura de la masa.

4. Aceitar un bowl, depositar la masa, cubrir con plástico y dejar reposar por 30 minutos en un lugar cálido, donde no corra el viento.

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5. Dividir la masa en porciones de aproximadamente 100 gramos, amasarlas y formar bolitas lisas. IMG_5579

6. Ahora, estas bolitas deben reposar por 20 minutos más, hasta que dupliquen su tamaño, como se aprecia en las fotos. IMG_5581IMG_5582

7. Ahora es cuando las bolitas se transforman en marraqueta: hay que unir dos porciones de masa, y después, con un instrumento largo y delgado —usé el mango de un miserable— hay que dividir ambas bolitas a lo largo, sin llegar a cortarlas. IMG_5584

8. Se colocan las marraquetas en una charola engrasada, y nuevamente se dejan reposar por espacio de 20 minutos. IMG_5585

9. Ahora sí, al horno a 200ºC durante 20 minutos, o hasta que queden tan doradas como les guste. IMG_5592

10. Listas para una once de tesito y pan con palta o mermelada, un desayuno contundente de huevo revuelto, pan y café, o un sándwich de pollo, res o jamón. Buen provecho. IMG_5599

Definitivamente de forma no quedaron impecables, pero dicen que la práctica hace al maestro, así que habrá que puro hornear hasta conseguir la marraqueta perfecta.


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